miércoles, 7 de agosto de 2019

Aeropuerto de El Alto en La Paz: Un Spotting de altura.

Desde del aeropuerto de El Alto en La Paz, Bolivia, les traemos una nota muy interesante.

Para quienes aman la historia de la aviación y los aviones antiguos, esta nota será de su agrado.

Tuvimos el gusto de poder hacer spotting en El Alto, a 4100 metros sobre el nivel del mar.

El aeropuerto de El Alto es una de las entradas a Bolivia y tiene historias muy interesantes.

La Paz y sus alrededores son servidos por el aeropuerto de El Alto.

Partes del aeropuerto le permiten a uno volver en el tiempo.

Gracias a SABSA pudimos visitar este interesante aeropuerto.

Les contaremos la historia de los "Quijotes del aire", pilotos que arriesgaban todo para traer carne a La Paz.

En Bolivia se ven algunos aviones interesantes.

Hablaremos sobre la historia del aeropuerto de El Alto, y la aviación boliviana.

Vivir en la cordillera de los Andes es sin duda algo interesante.  Las montañas, volcanes, y valles no solo brindan un paisaje hermoso sino que imponen ciertos retos diarios para quienes habitan ahí.  Sus moradores ya están acostumbrados a la altura y sus efectos: el agua no hierve a la misma temperatura, los tiempos de cocción se alargan, los motores de los vehículos pierden fuerza, el rendimiento de uno al hacer deporte es diferente que a nivel del mar, entre otras particularidades.

Estas condiciones y retos también afectan a las aeronaves, y esto se ve reflejado en los aeropuertos del altiplano.  La topografía tan accidentada y la elevación de estos aeropuertos requieren de una mayor destreza y preparación por parte de los aviadores.  Por eso, aeropuertos como el antiguo aeropuerto de Quito, el de Cuenca y otros de los Andes cuentan con ciertas particularidades y consideraciones.

Pero, hay un aeropuerto que no tiene comparación cuando se trata de particularidades:  El aeropuerto de El Alto en Bolivia.

El aeropuerto “John F. Kennedy” (SBLP / LPB) también conocido como “Aeropuerto Internacional de El Alto”, ubicado en la localidad del mismo nombre sirve a La Paz, ciudad sede de gobierno de Bolivia y sus alrededores.  Este aeropuerto está ubicado en una mesa montañosa con una elevación de 4100 metros sobre el nivel del mar.  Es el aeropuerto internacional más alto del mundo, el quinto aeropuerto comercial más alto del mundo, y el más alto de América.

Vista del aeropuerto internacional de El Alto.

El aeropuerto de El Alto no solo es una de las entradas a Bolivia, sino un lugar muy interesante ya que es lleno de historia, y cuenta con un hermoso paisaje.  Dentro de su perímetro uno puede encontrar muchos vestigios de la aviación boliviana y mundial.  Para quienes aman los aviones antiguos y la historia de aviación, El Alto es un lugar que no deben dejar de visitar.

Por eso, en este reportaje les compartimos lo que fue una breve visita a esta interesante ciudad y a su aeropuerto.

La historia de El Alto.

Para entender al aeropuerto de El Alto hay que entender la geografía boliviana y las condiciones que responden a la misma ya que todo parte desde aquí.

La Paz se ubica en la cordillera de los Andes en zonas muy accidentadas de gran elevación.  Dada su topografía no existen muchos lugares donde ubicar un aeropuerto, y el más propicio es en la planicie de El Alto, a 14 kilómetros de La Paz.  Como se mencionó anteriormente, la elevación de esta planicie es entre 4000 y 4100 metros sobre el nivel del mar y su aeropuerto se encuentra a 4061 metros.


Vista del terminal de el Aeropuerto Internacional El Alto en la actualidad.

Vista de La Paz bajando desde El Alto.  Se aprecia un poco la dramática topografía de la ciudad y sus alrededores.

El preludio de la aviación boliviana data a 1913.  En aquel entonces se hicieron unos cuantos intentos fallidos de hacer volar a los aviones sobre los 4000 metros debido a la baja potencia de los motores de los aviones de la época.

Posterior a eso, en 1916 se fundó en La Paz la Escuela Militar de Aviación, y se puede decir que ese fue el inicio de la aviación en Bolivia.  Ese mismo año el ejército boliviano envió a pilotos a entrenar a Chile y Argentina para este motivo.  Tras esto se creó el Cuerpo de Aviadores Militares Bolivianos.

Sin embargo, el primer vuelo desde la altura se realizó en abril de 1920 con el Tcnl. Donald Hudson, piloto americano y veterano de la primera guerra mundial logró volar un triplano Curtiss 18T Wasp de 500 hp.  Hudson fue el primer piloto en sobrevolar los Andes y posteriormente fue piloto instructor del Cuerpo de Aviadores Militares Bolivianos.

Parte de la infraestructura original del aeropuerto todavía permanece en pie.

Tras haber demostrado que era posible volar sobre los Andes bolivianos, finalmente se estableció la escuela militar de aviación en El Alto.  Con un instructor de vuelo suizo y tras la compra de aviones de entrenamiento franceses, la escuela empezó a tomar forma.  

En 1927 se adquirió aviones Vickers Vespa y Breguet XIX,y en 1929 empezó la construcción de lo que ahora es el aeropuerto de El Alto.  Aquí se crearía la primera brigada aérea, y se albergarían algunos aviones que luego serían utilizados en la guerra del Chaco entre 1932 y 1935.

Casi paralelamente, en 1925 se fundó Lloyd Aéreo Boliviano (LAB), la primera aerolínea del país y la segunda más antigua de Suramérica.  Con un Junkers F-13 de fabricación alemana en 1926 empezaron sus vuelos.  Con el tiempo, otros aviones Junkers formaron parte de la flota.  El primer vuelo internacional desde El Alto fue de Lloyd Aéreo Boliviano a la ciudad brasileña Corumbá en 1930 en conjunto con la aerolínea brasileña Syndicato Cóndor.

En los 40’s tras la nacionalización de Lloyd Aéreo Boliviano la flota se modernizó.  Con el fin de la segunda guerra mundial, en El Alto se empezaron a ver aviones como los Curtiss C-46, Douglas DC-4, y DC-6, e incluso, aviones veteranos de la guerra como los Boeing B-17s, o Douglas C-47 / DC-3.  Muchos de estos seguirían volando en los cielos bolivianos por varias décadas.

El fin de la segunda guerra mundial permitió la llegada de muchos aviones a Bolivia.

El asfaltado de la pista fue clave para que aviones a reacción puedan operar en El Alto.

Las operaciones civiles en el aeropuerto de El Alto fueron bajas, y no fue hasta mediados de los 60s que estas aumentaron.  Esto se debió a la modernización del aeropuerto e inauguración de un nuevo terminal que se inauguró el 18 de junio de 1965.  En ese entonces el aeropuerto se llamaba “John F. Kennedy”, nombre que se cambió a Aeropuerto Internacional El Alto en 1999.

Además de un terminal acorde a la época, la primera gran modernización del aeropuerto incluyó el alargamiento y pavimentación de su pista, con lo que podían finalmente operar los aviones a reacción.  Lloyd Aéreo Boliviano y la empresa norteamericana Pan American Grace (Panagra) operaban Douglas DC-8s antes de esto, y ambas finalmente pudieron volar a La Paz gracias a esto.

Con el tiempo más jets fueron llegando a El Alto y en 1970, Lloyd Aéreo Boliviano incorporó a su flota los Boeing 727s, avión que se usó hasta que la aerolínea cerró a fines de la década de los 2000’s.  Dada la gran elevación del aeropuerto de El Alto (y otros aeropuertos bolivianos), y el 727 por sus 3 motores y prestaciones fue un aliado estratégico para las aerolíneas bolivianas y las extranjeras que operaban a dicho aeropuerto.

El Boeing 727 hizo su debut en Bolivia con Lloyd Aéreo Boliviano.  Luego, TAM / Fuerza Aérea Boliviana, y AeroSur los operaron hasta hace unos años.

En 1997, el gobierno boliviano en contrato con Airport Group International creó SABSA (Servicio de Aeropuertos Bolivianos S.A.) para operar la concesión del aeropuerto de El Alto, Santa Cruz de la Sierra, y Cochabamba, los 3 aeropuertos internacionales del país.

Llegado el 2008, SABSA se encargaría de la ampliación y remodelación del terminal aéreo de El Alto para contar con una mejor y más actualizada infraestructura.  En el 2013 SABSA fue nacionalizada y en 2015 se inauguró la ampliación de la terminal aérea de El alto.

SABSA, empresa pública administra el aeropuerto de El Alto, Cochabamba y Santa Cruz de la Sierra.

Durante las últimas 3 décadas, se pudo ver a aerolíneas de países limítrofes visitando El Alto.  Estas fueron Aerolíneas Argentinas, Cruzeiro, Varig, Taca Perú, Sky Airline, entre otras.  De Estados Unidos, Eastern Airlines operó las rutas que fueron de Panagra y estas luego fueron tomadas por American Airlines tras el cierre de Eastern.

El aeropuerto en la actualidad.

El aeropuerto de El Alto es internacional con operación durante las 24 horas.  Cuenta por una pista de 4000 metros con orientación 10/28, y tiene aproximación por instrumentos (ILS) en la pista 10.  Es uno de los destinos más importantes para aerolíneas locales como Boliviana de Aviación (BoA), EcoJet, y Amaszonas.  Hasta hace no mucho tiempo, aerolíneas locales como Lloyd Aéreo Boliviano y Aerosur volaban a este aeropuerto.


Vista de la ampliación del terminal.  El nuevo hall de salidas se inauguró en el 2015.

Vista del terminal que con el tiempo ha sido modificado y expandido.

Aunque la cantidad de accidentes en El Alto ha sido baja durante su historia, siempre hay que estar preparados.

La nueva torre de control se encuentra alejada del terminal para contar con mejor visibilidad de todo el aeropuerto y sus alrededores.

Ecojet, con base en Cochabamba es una de las aerolíneas que se ve a diario en El Alto.


Avianca y Avianca Ecuador vuelan a El Alto.

Dado que La Paz es la sede de gobierno de Bolivia, los vuelos presidenciales salen desde El Alto.

El Ejército Boliviano y la Fuerza Aérea Boliviana operan desde el Alto sus diversas aeronaves incluyendo las del servicio TAM (Transporte Aéreo Militar) que opera Boeing 737-200s y British Aerospace BAe 146s.  TAM vuela a aeropuertos más remotos del país tanto de manera itinerada como vuelos chárter desde El Alto.  Los vuelos presidenciales también salen desde aquí.

Como se dijo anteriormente, en un momento, varias aerolíneas extranjeras operaban a El Alto, incluyendo American Airlines.  Actualmente, solo Latam Chile, Latam Perú, Avianca y Avianca Ecuador operan vuelos internacionales desde y hacia El Alto.  Peruvian Airlines operó hasta el 2018.

En El Alto pudimos ver a un Beechcraft 1900D de la empresa colombiana SEARCA en mantenimiento.

En lo que se refiere a Carga, la aerolínea TAB (Transportes Aéreos Bolivianos) que opera una flota de McDonnell Douglas DC-10 también operó estos aviones en El Alto y lo hace ocasionalmente.

TAB opera una flota de DC-10-30F.

En el pasado reciente, el Boeing 787, Boeing 737 MAX, el Airbus A350 y el A320 NEO visitaron La Paz para realizar vuelos de prueba y certificación de operación en aeropuertos de altura.  Hace poco, el Embraer 190 E2 estuvo en La Paz para una demostración.

Particularidades del aeropuerto.

No solo la cantidad de montañas cercanas es un factor que lo hace complicado al aeropuerto de El Alto, sino su elevación.  A 4100 metros existen 2 factores que afectan a las aeronaves y su operación.  Estas son: la densidad de aire y la falta de oxígeno.

La densidad del aire disminuye proporcionalmente mientras más alto se está.  Al estar a más de 4000 metros sobre el nivel del mar, el aire se vuelve considerablemente más fino o menos denso.  La cantidad de oxígeno también disminuye proporcionalmente afectando a los seres vivos.  Ambos factores influyen mucho sobre la vida diaria.

El nombre "El Alto" hace honor a su elevación.

Más que las montañas cercanas, la mayor complejidad de El Alto es su elevación.

Para que tengan una idea, 4100 metros es la elevación a la que uno sube cuando visita Cruz Loma con el teleférico de Quito.  Quienes viven en Quito ya están acostumbrados a la altura, sin embargo, hay personas que viven en la sierra a quienes les afecta la subida a Cruz Loma.  Solo imagínense desarrollar su día a día viviendo en una ciudad a la misma altura de Cruz Loma, o peor, teniendo operaciones aéreas a esa elevación.

Se preguntarán, ¿Cómo afecta esto a la aviación?

La densidad del aire es un factor fundamental que influye sobre los perfiles aerodinámicos y por ende afecta a la sustentación de un avión.  La sustentación es generada por el aire que pasa por las alas ya que estas son manipuladores de presión de aire.  Dependiendo del tipo de avión y ala, debe pasar a una cierta cantidad de aire a una cierta velocidad para generar sustentación.

La sustentación se mide en velocidad de aire (Air speed en inglés).  Esta puede ser representada en “Nudos” (Millas náuticas por hora), millas estatuarias por hora (MPH) o kilómetros por hora.  A diferencia de los vehículos terrestres, la velocidad que importa en una aeronave es la velocidad de aire, no tanto la de tierra (Ground speed en inglés).

La velocidad de aire en los aviones se mide por medio de estos tubos, llamados tubos pitot.  El aire de impacto hace que el mecanismo interno funcione y marque la velocidad del aire.

En aviones modernos tanto la velocidad de aire (flecha roja) como la velocidad de tierra (flecha verde) se despliega digitalmente.  Aquí se puede ver que el avión está estacionado y marca 0 nudos de velocidad en tierra (GS) mientras que la velocidad del aire marca cerca de 30 nudos.  Probablemente el viento causó esta lectura.

La relación entre ambas velocidades; la de aire y la de tierra no siempre es la misma y puede variar por muchos factores entre los que se incluyen la densidad de aire, y la dirección e intensidad del viento.

Entonces, ¿qué pasa en El Alto?

Para que un avión llegue a su velocidad de sustentación en un aeropuerto de altura debe acelerar a una mayor velocidad de tierra que a nivel del mar y por ende recorrer una mayor distancia (y por ende las pistas de aeropuertos de altura deben ser más largas).  Igualmente, en aproximación, para que un avión no pierda sustentación debe mantener una velocidad de tierra mínima mayor que a nivel del mar.

En El Alto las carreras de despegue son prolongadas y las velocidades de rotación muy altas.

El peso de un avión es un factor que también entra en juego.  Aún a nivel del mar, mientras más peso se tenga al momento de despegar, mayor será la carrera de despegue.  Al tener tener un aire menos denso como pasa en la altura, se necesita mayor velocidad de aire para despegar.

El peso, la elevación, largo de la pista, temperatura, y presión atmosférica son factores que entran en juego al momento de calcular las velocidades y distancia de despegue.  Un error de cálculo puede ser fatal, y esto es más crítico mientras más alto es un aeropuerto.

El Alto no conecta a destinos muy lejanos de manera directa ya que por su elevación, salir cargado de pasajeros, carga y combustible era complicado.  Las aerolíneas preferían cargar menos combustible y hacer una parada logística en Santa Cruz antes de seguir a su destino.

Esto hace que los despegues y aterrizajes sean más complejos:  Durante un despegue a 4100 metros, un avión alcanza una velocidad de tierra tan alta que llega casi al límite de velocidad estructural de su tren de aterrizaje.  Si se llega a dicho límite, las ruedas se pueden desintegrar.  Si se aborta el despegue, será a una velocidad de tierra mucho mayor que a nivel del mar, lo que dificultaría la frenada.

Por otra parte, al aterrizar a una mayor velocidad de tierra, el contacto con el suelo será con mayor fuerza que a nivel del mar.  Además, al ser menos denso el aire en la altura, los frenos aerodinámicos pierden algo de su efectividad.  Con todo esto, los aterrizajes de altura son fases igual de críticas que los despegues.

Aquí se ven las marcas dejadas por las llantas durante los aterrizajes.  En todo aeropuerto esto se limpia ya que mucha acumulación de caucho hace resbalosa la pista si se moja.  En El Alto, al ser mayor la velocidad con la que las ruedas toman contacto con la pista, el mantenimiento y la limpieza de la pista es más crítico.

El segundo factor que mencionamos que afecta a los aeropuertos de altura y que afecta la vida diaria es la falta de oxígeno.  A 4100 metros, el nivel de oxígeno es considerablemente menor al que hay a nivel del mar.  Con 0 elevación, el porcentaje de oxígeno efectivo es del 20.9% mientas que a 4100 metros es de 12.5%.

La falta de oxígeno por la altura afecta proporcionalmente a la potencia de los motores ya que estos no logran hacer la combustión adecuada.  Es por esto que aviones con motores recíprocos de menor potencia no son los más indicados para operar desde El Alto y no se los ve regularmente.  Los aviones con motores recíprocos que vuelen a El Alto deben tener motores muy poderosos, de gran cilindrada o con turbocargadores o supercargadores.

En la altura, los motores recíprocos pierden fuerza por la falta de oxígeno.  Esto, sumado a la poca densidad del aire penalizan mucho el performance de una aeronave.  Ver este tipo de aviones en El Alto no es común.

Los motores radiales (recíprocos) se fueron perfeccionando con el tiempo para ofrecer mayor potencia.  La turbohélice, por su tamaño, peso y eficiencia eventualmente reemplazó al motor radial.

También relacionado al tema oxígeno está la presurización de la cabina.

A la altitud de crucero a la que vuelan los aviones comerciales el ser humano no puede respirar.  Para eso, un sistema de presurización embute dentro del fuselaje suficiente aire para que se pueda respirar.  Con esto, el avión es como un globo inflado: con mayor cantidad de aire dentro de su cabina que en el exterior.  Si existiese una fuga o despresurización, caen las máscaras de oxígeno y el avión debe descender inmediatamente a una altitud de seguridad que es 10000 pies o 3000 metros.

El Alto se encuentra por encima lo que se considera la altitud de seguridad, y muchas veces, para aterrizar en El Alto el avión aterriza despresurizado, es decir, con la misma presión de aire que afuera del avión.  Dependiendo del tipo de avión y aerolínea, los procedimientos para aterrizajes en aeropuertos de altura se ejecutan.  También, al momento del encendido y despegue, dependiendo de la aerolínea y la aeronave, se ejecutan otros procedimientos fuera de los normales. 

En la familia de aviones Airbus A320, se ejecutan procedimientos de aterrizaje en aeropuerto de altura al descender hacia El Alto.  Entre los procedimientos se encuentra aplastar este botón que evita que las máscaras de oxígeno caigan cuando se aterriza despresurizado en El Alto.

Dependiendo del fabricante de la aeronave y las políticas de cada aerolínea, el uso de máscaras de oxígeno por parte de la tripulación es obligatoria durante el despegue y aterrizaje en El Alto.

Todos estos factores y más son los que hace al aeropuerto de El Alto tan fascinante y riesgoso a la vez.  Curiosamente, a pesar de las complejidades y consideraciones del aeropuerto, el número de accidentes a lo largo de su historia ha sido bajo.

La historia de los carniceros del aire.

Bolivia es un país con un área de 1,100,000 kilómetros cuadrados (vs. Ecuador que son 283,500 kilómetros cuadrados).  Geográficamente el país está dividido en 3 tipos de terreno:  La cordillera de los Andes que cruza de desde el oeste hacia el sur, los llanos orientales o chacos que conforman la mayoría del territorio y se ubican desde el norte hacia el sur por el lado oriental, y existe una región desértica más pequeña al sureste.

La capital es Sucre y la sede de gobierno es La Paz.  Esta y otras ciudades como Cochabamba, Oruro, y Potosí se encuentran en la zona de los Andes.  Ciudades como Uyuni se encuentran en la zona desértica del país.  Santa Cruz de la Sierra es la ciudad más grande e importante del país ya que se considera su centro industrial.  Esta se encuentra en los llanos orientales, región donde se desarrolla la mayor cantidad de actividad agrícola del país.

Vista de la región andina de Bolivia desde el aire.

Vista de los llanos orientales de Bolivia.  Nótese el cambio de terreno, color y vegetación entre una región y otra.

Por muchos años, dado el tamaño y dramática topografía del país, la infraestructura vial dejaba mucho que desear.  Los productos agrícolas, específicamente la carne que se producía en los llanos tardaba varios días en llegar a La Paz.  Esto, sumado a que no habían camiones refrigerados hizo que la carne no llegue a su destino en las mejores condiciones.  Por eso, por muchos años la carne se transportó en avión.  Esta es la historia de los famosos “Quijotes del aire” o “Carniceros del aire”.

Dentro del perímetro del aeropuerto de El Alto se encuentran varios aviones antiguos que ya no vuelan más.  De hecho, esto es una de las cosas que llama la atención cuando uno sale del aeropuerto.

Sobre el césped seco, en descampados de tierra se improvisaron estas plataforma donde ahora yacen algunos “dinosaurios” del aire: Curtiss C-46, Douglas C-47/DC-3, Douglas DC-6, Convair 240, entre otros.  Algunos están bien conservados por el clima andino, otros parcialmente desmantelados.


 Un Douglas DC-6 de Servicios Aéreos La Cumbre.

Este Curtiss C-46 bautizado "Payaso" por la gente del aeropuerto ha sido abandonado desde hace años.

 Este Conver CV-340 de 1955 voló para la Fuerza Aérea estadounidense y luego sirvió a muchas empresas bolivianas.  A pesar de su edad está muy bien conservado.


Parcialmente desmantelado pero en buenas condiciones, este C-47 operaba para los frigoríficos y desde hace muchos años yace en el perímetro del aeropuerto con futuro incierto.

El Curtiss C-46 "Commando" de fabricación estadounidense fue un avión muy popular en Bolivia.

Alejados del actual terminal y calles de rodaje y cercanos a estos aviones abandonados existen unas edificaciones de construcción básica: casas de ladrillo con techo de zinc sujetado por piedras.  Aquí se encontraban los diferentes frigoríficos encargados de traer la carne desde los llanos orientales.  En estas edificaciones se realizaba la planificación, el mantenimiento, y era donde se recibía la carga.  Hasta hace unos años estas edificaciones eran un núcleo importante del aeropuerto.


Detrás de este C-47 están las edificaciones donde por muchas décadas funcionaron los frigoríficos.

Las oficinas de los frigoríficos están abandonadas pero conservan la mayoría de los elementos fundamentales para la operación.

Un bloc casi completo con los manifiestos de vuelo de uno de los frigoríficos que operaban aquí.

Los certificados de seguridad de la empresa, junto a un afiche que promueve el uso de equipo de seguridad entre los empleados.

A pesar de las carpetas y papeles en el piso, las oficinas se han mantenido bastante intactas.

Diariamente, desde El Alto salían varios vuelos de diferentes empresas frigoríficas hacia diferentes pistas de los llanos orientales, especialmente en el departamento de El Beni.  Ir y volver era un desafío ya que varias condiciones jugaban en contra.

Las aeronaves y sus condiciones era un factor:  Muchos de los aviones que volaban para los frigoríficos eran veteranos de la segunda guerra mundial, incluso, aviones que habían sido bombarderos fueron convertidos para uso civil.  Por la edad de los aviones, eran escasos o eran muy costosos sus repuestos.  Los mecánicos de los frigoríficos eran personas muy hábiles y recursivas ya que con lo poco que tenían a su alcance lograron hacer volar los aviones aún si significaba usar partes de otros aviones o fabricar sus propias piezas.

En una época, transportar carne en estos aviones era rentable.  Con el tiempo dejo de serlo.

El segundo factor era la ubicación:  Despegar de El Alto de por sí ya era un riesgo considerando sus condiciones y el tipo de aeronaves que se volaban.  Sin embargo, después había otro reto:  Cruzar la cordillera.  Hay que tomar en cuenta que los aviones de esa época no volaban a la misma altitud que los aviones de hoy, y el cruce de la cordillera se la hacía cerca de los cerros.  Esto, sumado al clima y la tecnología de aeronavegación de aquel entonces complicaban más las cosas.

Durante el tiempo que estuvimos en El Alto notamos que el clima cambiaba mucho.

El tercer factor era la meteorología.  Las grandes elevaciones de los Andes bolivianos no eran ajenas al mal tiempo y tanto las nubes como los vientos eran factores que complicaban a los aviones que cruzaban la cordillera a baja altura.  Una vez clareados los obstáculos de la cordillera había que lidiar con el clima selvático de los llanos orientales.  Muchas de las pistas en los llanos eran de tierra o pasto, y al estar en la selva, cuando llovía estas se inundaban, complicando el aterrizaje o el despegue.

Una vez en los llanos la carga era subida sin ser pesada, ni ser estibada, y sin que se realicen los cálculos de peso y balance.  Los pilotos, por experiencia sabían cuánto más o menos pesaba su carga, y despegaban nuevamente con rumbo a El Alto.  Una vez ahí, se descargaba la carga, y nuevamente se salía con rumbo hacia los llanos.

A pesar de lo riesgoso de los vuelos, a veces, los accidentes sucedían en tierra.  La complejidad de los motores radiales y su mantenimiento hacían que cada encendida de motor sea una hazaña.  En algunas ocasiones, los aviones se incendiaban al encender los motores.  Si se tenía suerte se controlaba el incendio y la pérdida era mínima.  En otros casos, se perdía el avión entero.  En otras ocasiones, los vuelos se realizaban sin novedad hasta el momento de topar ruedas cuando los trenes de aterrizaje colapsaban por algún desperfecto mecánico.

A pesar que se trataba de dar el mejor mantenimiento a las aeronaves con los recursos disponibles, el encendido de motores era siempre un reto por el peligro de incendio.  Más de un avión se perdió por eso.

El costo de operación de las aeronaves no dejaba un gran margen de ganancia, entonces, ni los pilotos ni mecánicos recibían un sueldo acorde a los riesgos que corrían diariamente.  Sin embargo, todo se hacía era por amor a la aviación.

En estas hazañas de altísimo riesgo se perdieron muchos aviones y por supuesto, muchas vidas humanas.  Quienes vivieron esta época pueden contar un sinnúmero de anécdotas de sus días como “Carniceros del Aire”.  Una de las historias que escuchamos al estar en Bolivia que tal vez es la más interesante era la del día que “llovió carne” en La Paz.

Cuenta la historia que un avión cargado de carne iba con rumbo a El Alto cuando tuvo un desperfecto en uno de sus motores.  El peso de su carga no permitía que el avión llegue con seguridad al aeropuerto, así que cerca de La Paz, la tripulación abrió las puertas y empezaron a lanzar la carne para aligerar el peso del avión y poder llegar a su destino.  Al final se perdió mucha carne, pero la tripulación y el avión aterrizaron a salvos.

Aunque increíble, esta es una de tantas anécdotas de este tipo de la historia de la aviación boliviana.

La modalidad de transportar la carne en aviones cesó a fines de los 90’s cuando ya se contó con mejor infraestructura vial y transporte refrigerado.  Sin embargo, hubo algunos vuelos ocasionales posteriores, uno de los últimos se realizó en el 2012.

Aunque estos aviones no fueron parte de las flotas de los frigoríficos, se encuentran abandonados muy cerca de los aviones carniceros.

Se desconoce la historia de este Beechcraft Queen Air con matrícula peruana, pero está cerca de los aviones de los frigoríficos. 

Hoy lo que queda en los extensos terrenos dentro del perímetro del aeropuerto de El Alto son vestigios, postales de una época que permanece casi intacta desde hace 20 años.  En las oficinas todavía se encuentran los mapas, las bitácoras de vuelos, documentos, certificados, repuestos, recipientes de aceite para aviones, calendarios de los 90’s, y algún poster de un candidato que se postuló para las elecciones de esa época.  En otras partes están las habitaciones, baños, y bodegas de quienes trabajaban ahí, y los sitios de almacenamiento de la carne.

Estas edificaciones están dentro del perímetro del aeropuerto y son solo accesibles por personal del aeropuerto que rara vez pasan por este sector ya que a parte de los aviones y edificaciones abandonadas, no hay nada ahí.  Esto ha permitido que se conserve todo haciéndolo parecer que el tiempo se pausó para siempre.

Dentro de las oficinas todavía siguen colgados los afiches con los candidatos de las elecciones de 1997.

Sin haber sido tocados, los certificados y diplomas de las empresas siguen colgados de los muros.

La bitácora de motores de un Curtiss C-46, matrícula CP-754.  El avión ya no está en los terrenos del aeropuerto.

Spotting en El Alto.

Sabiendo que visitaría La Paz me puse en contacto con SABSA.  Mi intención era poder realizar una visita del aeropuerto para observar y fotografiar los aviones abandonados y la actividad diaria del aeropuerto.  De manera eficaz y amable me contestaron aceptando mi solicitud.

Una vez en El Alto fuimos recibidos por las autoridades del aeropuerto quienes nos dieron una cálida bienvenida.

Para esta visita fuimos acompañado por el Sr. Gutiérrez, ex bombero aeronáutico y ahora supervisor de rampa en el aeropuerto de El Alto.  Tras más de 25 años de trabajo, ha vivido en carne propia el avance y la evolución de la aviación boliviana.  Haber podido realizar esta visita con el Sr. Gutiérrez fue un verdadero valor agregado ya que fue nuestro guía y nos contó muchas cosas interesantes durante en esta gran aventura dentro del aeropuerto de El Alto.

Una de las cosas que hace tan interesante y atractivo al aeropuerto de El Alto para las fotos de aviación es el fondo de la ciudad que rodea el aeropuerto.  El aeropuerto ha quedado encerrado en medio de la ciudad y las edificaciones son claramente visibles desde ahí.  Una particularidad de la ciudad es que la mayoría de las construcciones son de ladrillo sin enlucir y sus techos son de teja de cerámica o planchas metálicas pintadas de naranja.  Entonces aquí predomina el color naranja-rojizo que con el sol se intensifica y da mucha vida a las fotos.

Además de esto, en El Alto hay más de 20 iglesias “Obermaierianas” o de estilo “Bávaro-boliviano”.  Estas iglesias son de estilo barroco, construidas con grandes torres cuyas cúpulas tienen formas bulbosas y llamativas, parecidas a algunas iglesias alemanas.  Esto se debe a que el sacerdote alemán Sebastián Obermaier que vivió en Bolivia mandó a construir más de 70 iglesias de este estilo en todo el país.  Más de 20 están en El Alto y algunas de estas son visibles desde el aeropuerto.

Vista de unas de las iglesias "Obermaieranas" que se ven en El Alto.

Las fotos con las iglesias de fondo salen muy bonitas.

A esto se le suma el fondo natural que ofrecen las montañas entre las que está el inconfundible nevado Illimani.  Con 6,460 metros sobre el nivel del mar, el Illimani es la montaña más alta de la Cordillera Real, o la cordillera central.  El Illimani es el segundo nevado más alto de Bolivia, siendo el primero el nevado Sajama en la cordillera occidental (pero que no se ve desde El Alto).

El Illimani desde el aire.

Vista del Illimani parcialmente descubierto detrás de las coloridas casas de El Alto.

Todos estos elementos hacen que tomar fotos en El Alto sea una colorida y agradable experiencia.

Durante esta visita pudimos observar la actividad local que es principalmente la de los aviones de Boliviana de Aviación (BoA), Amaszonas, y Ecojet.  Esta última aerolínea es particularmente interesante porque opera una flota de 4 British Aerospace BAe / Avro RJ 85.

El BAe-146 o Avro RJ-85 / 100 es un avión que en una época se veía bastante en el mundo, pero con los años fue perdiéndose, y en la última década se lo ha visto especialmente en Bolivia, Perú y Chile.  También en Bolivia, la empresa petrolera estatal, TAM (Transporte Aéreo Militar) y la difunta aerolínea Lamia Bolivia tuvieron a estos aviones en su flota.  Verlos en El Alto fue algo que fue de gran agrado en lo personal.

Vista de un Avro RJ-85 de EcoJet.

Vista de un BAe-146 de la empresa petrolera estatal boliviana.

TAM y la Fuerza Aérea Boliviana también operan este tipo de aviones. 

De la flota de BoA, lo que más se ve son sus Boeing 737s de los cuales la flota opera la serie -300, -500, -700 y -800.  La flota de Amaszonas consiste de 7 Canadair Regional Jet CRJ-200LR.  Estos llevan los colores de la bandera boliviana mientras que sus subsidiarias de Paraguay y Uruguay llevan los colores de las banderas locales.  Estos esquemas son coloridos y dan aún más color a las fotos en El Alto.

BoA opera una flota de varios Boeing 737-300, -500, -700 y -800.  Tienen una flota de 767-300s que no se ven en El Alto ya que se usan para vuelos de larga distancia.

Los aviones de BoA son lo que más se ve en El Alto.

Amaszonas opera solamente los Canadair Regional Jet CRJ-200.

Durante la visita también pudimos visitar la zona militar en la cual están las plataformas del ejército boliviano y la fuerza aérea.  En la plataforma de la fuerza aérea están los hangares y el terminal de TAM.  Esta zona es particularmente interesante ya que aquí se encuentran aún más aviones históricos.  La diferencia es que estos no fueron aviones frigoríficos sino de uso militar, o civil tanto para pasajeros o carga.  El más grande e impresionante es el DC-10 de TAB.  Otros aviones interesantes se pueden ver aquí son los Lockheed C-130, Fokker F-27, y los Xian MA60 de fabricación china.  Estos últimos volaron para TAM por pocos años antes de ser dados de baja.

También en esta zona está el Museo Aeroespacial de la Fuerza Aérea Boliviana.  Aquí hay un parque estático al que se puede visitar y donde uno puede encontrar aviones como el C-130, Lockheed L-188 Electra, T-33, Fokker F-27, IAI 201 Arava, Convair 580, Douglas C-47, Bell UH-1H, Aerospatiale Lama y Gazelle, y un Aerotec A-122 / T-23 Uirapuru, entre otros.


No pueden faltar los nobles C-130 en las fuerzas aéreas.  La FAB no es excepción.

Un Xian MA60 de fabricación china.

El Fokker F-27 ha operado tanto para la FAB como para el Ejército por muchos años.

Los Convair 240 y sus derivados también fueron aviones bastante comunes en Bolivia.

Un Fokker F-27 en el parque estático del museo de la FAB.

Un C-130 de TAM exhibido en el museo.

Un IAI 201 Aravá de la FAB.

El helicóptero presidencial de Bolivia. 

Un Fokker F-27 del Ejército Boliviano.

Tras esta visita nuestra aventura en El Alto había terminado.  Quedó nuestro agradecimiento a SABSA y a sus empleados por el trato amable y por enseñarnos tanto de la historia del aeropuerto de El Alto, de la historia de Bolivia y su aviación.

Compartimos con ustedes lo que fue esta muy interesante y grata experiencia de hacer spotting a 4100 metros, y el privilegio de documentar con nuestras cámaras a los “dinosaurios” de la aviación, aviones que hicieron historia tanto en sus países de origen como en el altiplano boliviano.  Esperamos que les guste este reportaje y como siempre sus preguntas o comentarios son bienvenidos.



No se ven muchos aviones privados en El Alto, pero este Cessna 414 es un visitante frecuente. 

 El museo de la FAB es una visita simpática ya que alberga muchos aviones.

 El terminal aéreo con la antigua torre de control visto desde la cabina de mando de nuestro avión.

 Un Fokker F-27 de la FAB que ya no vuela.

 Un BAe-146.  Sus 4 motores deben ser el motivo por el cual es un avión tan cotizado en Bolivia.

Los DC-6 de La Cumbre operaron hasta los 90's.

Unos cuantos 737s de Boliviana de Aviación. 

Este DC-10-30F de TAB es uno de 3 de la flota.  Actualmente solo 1 está operativo.

 Piezas de ciertos aviones se reutilizaron para otros, por eso a algunos les faltan partes.

 Existe un interesante documental de la TVE (Televisión Española) sobre los aviones carniceros.

Miles de horas de vuelo y miles de anécdotas en este capítulo de la aviación boliviana.

 Un Boeing 737-400 de TAM.

Instrumentos de repuesto de los aviones carniceros.

Vista del aeropuerto desde donde antes estaban los frigoríficos.  Se ve que se acerca la lluvia.

La fachada del terminal lleva interesantes diseños del arte indígena. 

Tesoros aeronáuticos en el altiplano.

Algunos C-130 de la FAB siguen en servicio. 

Uno de los 737-700s de BoA transportó al Papa Francisco desde Quito en el 2015. 

El BAe-146 de la empresa estatal petrolera. 

Amaszonas es una pequeña aerolínea que está creciendo rápidamente. 

 Un 737-300 de BoA.

Uno de los BAe-146 de TAM. 

 Una de las motobombas más nuevas, marca Oshkosh.

 En el 2018 un 737 peruano sufrió un accidente al aterrizar en El Alto.  El avión sigue ahí con futuro incierto.

 Vista de la torre de control nueva.  Al igual que la anterior, tiene un diseño indígena.

 Un CRJ-200 de Amaszonas aterrizando.

 Aunque el clima no fue el mejor al momento de la foto, se aprecia el paisaje y los colores.

  Boliviana de Aviación es la aerolínea estatal de Bolivia.

 Amaszonas arrancó sus operaciones con aviones Fairchild Metro.

 El CRJ de Amaszonas con un fondo colorido.

 Un BAe de TAM.

Uno de los C-130 de la FAB ha sido convertido en sala social para los oficiales de la FAB.

 Un Avro RJ-85 de EcoJet en una mañana soleada.

 Una foto que habla del pasado y el presente de la aviación de Bolivia.

Otra vista del terminal por dentro. 

 Una experiencia muy grata para quienes nos gusta la historia de la aviación y conocer nuevos lugares y su cultura.



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