Ha pasado un buen tiempo desde que publicamos algo en el blog, y aunque tengo varios artículos interesantes pendientes, muchas veces la vida no permite la concentración necesaria. Sin embargo, una reciente cadena de sucesos en el mundo de la aviación me ha impulsado a compartir mi perspectiva y a proponer una reflexión necesaria para nosotros, spotters y entusiastas, en estos tiempos de redes sociales y viralización.
Sin más, les comparto este editorial que confío que será de su interés, agrado, y (espero que) será un aporte.
No compartas estas fotos.
Como spotters, nos gusta poder capturar en nuestras colecciones (sean bitácoras o registros fotográficos) la mayor cantidad de aeronaves posible. No importa si nuestros amigos y colegas han capturado lo mismo que nosotros, nos interesa capturarlo nosotros mismos.
Una analogía un poco graciosa que uso siempre para explicar a quienes no conocen nuestra afición, es comparar esto a "capturar Pokemones"; cada cual quiere tener su propia colección de aeronaves que ha avistado / capturado en fotos.
Lógicamente, este hobby, esta afición, conlleva cierta competitividad; los humanos tenemos nuestros egos y a veces uno quiere destacarse por encima del otro y ser reconocido por haber capturado una "Primicia". Muchas veces estas primicias son: una aeronave nueva, una aeronave pintada con un esquema de colores especial, un suceso (tipo un festival aéreo) o un incidente o situación inusual.
Muchas veces las primicias son causantes de controversias varias: entre spotters o entre los operadores de las aeronaves que muchas veces quieren mantener cierto hermetismo y privacidad. Cuando este hermetismo o privacidad ha sido vulnerado en cierto aspecto, las repercusiones suelen afectar a la comunidad de spotters y "justos pagan por pecadores".
Pero, ¿hasta dónde debemos nosotros como spotters mantener una cierta ética, un cierto respeto? Y ¿hasta qué punto se puede "tapar el sol con un dedo"?
Me refiero a un reciente evento que pasó con una reconocida aerolínea latinoamericana: dicha aerolínea pintó uno de sus aviones con un esquema de colores especial (cuando no, mágico), y alguien, presuntamente un empleado de dicha aerolínea o del aeropuerto donde se pintó al avión, compartió las fotos en redes sociales.
Sin embargo, ante la "viralización" de las imágenes, la presidencia de la aerolínea no hizo esperar su enérgica respuesta que también se volvió viral entre los mismos entusiastas de la aviación que compartieron y reenviaron la imagen en mención.
El viral comunicado, dirigido al equipo de la aerolínea hace mención a la difusión no autorizada de este esquema y anunció una investigación, que busca encontrar a el o los responsables de esta filtración. En el mismo se nota el malestar de parte de presidencia.
Las opiniones de los spotters sobre este comunicado fueron diversas, pero la mayoría coincide: ¿Es para tanto? Si tarde o temprano se va a llegar a saber y no será un secreto, ¿para qué tanto secretismo?
Por otra parte, y es el punto que me gustaría que podamos contemplar como spotters, es ¿y si te lo hacen a ti?
Supongamos que se acerca tu cumpleaños, y tu familia quiere hacerte una fiesta sorpresa. Tus amigos más cercanos son cómplices de esto. ¿Cómo te sentirías si tus propios amigos te arruinan la sorpresa? ¿Cómo se sentirían los familiares que estaban organizando esto?
O, supongamos que vas a lanzar un nuevo negocio, emprendimiento novedoso y lo cuentas en confianza a alguien de tu familia. Confías que no se lo cuenten a nadie y de repente todos los vecinos en tu cuadra lo saben. ¿Cómo te sentirías?
Como gente ajena a la aerolínea en mención, desconocemos los pormenores del contrato que se firmó para poder pintar al avión con este esquema. Tampoco conocemos los detalles de una posible campaña de marketing detrás de esto. Mucho menos sabemos si existen cláusulas de confidencialidad o algo por el estilo al tratarse de una franquicia famosa. Considerando esto, es entendible el malestar de la presidencia.
Existe un dicho que dice "El que avisa no traiciona" o como se dice en Ecuador, "Guerra avisada no mata gente". Considero yo que si alguien, que te permitió tomar ciertas fotos y por la confianza que te tiene te dice "Por favor no publiques o compartas estas fotos" lo mínimo que se debería hacer es honrar eso.
Yo personalmente honro esos pedidos por varios motivos: Primero, por respeto y ética. No honrar lo que me piden le puede perjudicar a una persona que desinteresadamente me ayudó a que yo pueda capturar una foto. Yo no considero correcto ni ético "quemar" a una persona solamente para satisfacer mi ego de "haber publicado una primicia exclusiva" (que seguramente muchos se olvidarán en poco tiempo).
Segundo, porque es contraproducente para mi y para mis colegas spotters / entusiastas de aviación no honrarlo. Si yo "apuñalo por la espalda" a quien me ayudó va a lograr que simplemente no confíen en mi, ni en los demás spotters o entusiastas la próxima vez. Por mi ego van a "pagar justos por pecadores", y no solo me cierro las puertas a mi, sino a TODA la comunidad.
Dicho esto, si alguien nos da la oportunidad de tomar fotos de algo que no se puede capturar normalmente y te pide "Por favor no publiques o compartas estas fotos", honremos ese pedido. No importa qué tan conocido seas, cuántos seguidores tienes, cuántas fotos tienes publicadas en tal página de aviación ten esto muy claro: Tu ego no es más importante que el bien de toda la comunidad de spotters y entusiastas de aviación.
En la misma línea y por un tema de respeto, tampoco está bueno (si se da el caso) compartir ni viralizar imágenes de accidentes, especialmente donde existen víctimas mortales o heridos. Ganar fama, likes, y seguidores a costa del dolor de víctimas y sus familiares y seres queridos no es agradable, pero ese es otro tema.
Volviendo al tema de la filtración, aún si hubiese 100% de hermetismo dentro de la empresa y nadie tomara fotos ni publicara nada, ¿cómo se controla a la gente ajena a la empresa? Hoy en día todos andamos con un celular que tiene una cámara incorporada. Tenemos acceso a internet, tenemos redes sociales, y aún si uno no se considera "spotter", no va dejar de decir "Mira qué lindo" y le toma una foto. Basta que una persona esté con su celular en el momento y lugar correcto para que algo se vuelva viral.
Ahora, alejémonos de este incidente por un momento y vamos a quienes tienen aeronaves privadas. Supongamos que te piden que no publiques las fotos y tú honras ese pedido. ¿Qué pasa cuando ese avión vuele a otro aeropuerto? ¿Cómo sabe un spotter en otro aeropuerto que "no debe tomar fotos de ese avión"? Al final, el que no sabía logró tomar fotos de lo mismo que el que sí sabía y las publicó.
En conclusión, creo que uno como spotter o entusiasta de la aviación debe ser consciente de lo que implica tomar fotos de aeronaves y de publicarlas. Uno debe ser responsable con lo que publica hasta donde puede. También creo que como miembro (reconocido o desconocido) de una comunidad de spotters y entusiastas DEBE honrar los pedidos de confidencialidad, privacidad y discreción pedidos por quien nos permiten tomar fotos de ciertas aeronaves.
No obstante, quienes son dueños de aeronaves privadas o los presidentes de las aerolíneas que van a lanzar una campaña de marketing, o las autoridades militares deben estar conscientes que filtraciones de este tipo habrán siempre. Mucho más hoy en día con celulares, internet y redes sociales. Es una realidad con la que toca aprender a vivir porque este tipo de cosas, desafortunadamente van a seguir pasando.
Creo que debe existir un cierto tipo de balance o harmonía para que filtraciones de este tipo no sean motivos de polémica. Es más, cuando aerolíneas busquen hacer una campaña de marketing con algún avión especial podrían apoyarse en la comunidad de spotters y entusiastas de aviación para ayudar a viralizarlas. Pero esa es solo una idea.
